lunes, 11 de junio de 2012

Marco Teórico Una crisis ecológica, crisis ambiental o crisis medioambiental, ocurre cuando el ambiente de una especie o de una población sufre cambios críticos que desestabilizan su continuidad. Existen muchas posibles causas, tales como: un cambio abiótico (por ejemplo, incremento de la temperatura o bajo nivel de lluvias), la presión de la depredación o la sobrepoblación. En cualquiera de esos casos se produce la degradación de la calidad del ambiente en relación con las necesidades de la especie que lo habita. El cambio climático tiene grandes impactos en ecosistemas. Con el aumento de la temperatura global hay un decrecimiento de la caída de nieves, y un crecimiento de los niveles del océano. Los ecosistemas cambiarían o evolucionarán para hacer frente al aumento en su temperatura. Consecuentemente, muchas especies son llevadas fuera de sus hábitats. Los osos polares están empezando a evidenciarlo. Necesitan el hielo donde cazan focas, su presa principal. Sin embargo, las capas de hielo se están derritiendo, haciendo sus periodos de cacería más cortos cada año. Como resultado los osos polares no están acumulando la suficiente cantidad de grasa para el invierno, a consecuencia de esto no se pueden reproducir apropiadamente. El agua dulce y los ecosistemas secos están lidiando con los efectos del aumento de la temperatura. El clima cambiante puede ser devastador para el salmón, la trucha y otras especies acuáticas. El aumento en la temperatura puede interrumpir las actuales formas de vida del salmón y la trucha. Los peces de agua fría pueden eventualmente dejar sus zonas naturales geográficas para vivir en aguas frías elevando sus niveles de migración. Mientras muchas especies han tenido disponibilidad para adaptarse a nuevas condiciones como moverse su rango hacia los polos, otras especias son menos afortunadas, la opción de moverse no está disponible para los osos polares y para algunas especies acuáticas.

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